Carta de un hijo veinte años despues

Me entretengo en un espejo
lleno de grietas y reflejos.
Retrospectiva imagen
que me pasa la factura,
veinte años después,
de todos los destrozos e imprudencias
que tu jamás pagaste,
unos cuantos ideales derrumbados,
la hipoteca de un piso en Hortaleza
que nunca fue tuyo,
un suicidio,
una madre viuda
y nuestros sueños desvanecidos
en la caja fuerte de un banco.

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