A beso muerto, rey puesto

Tienes un  beso en la nuca
que jamás te di.
Atravesé,
a modo de puñal ensangrentado,
tu garganta con mi lengua.
Y así, de tal manera,
murió nuestra relación:
con el beso que nunca te di
y la herida que tu jamás me enseñaste.

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