que nos hace seres dispersos,
y la vergüenza se ata a la pared
igual que troncos de enredadera
para acabar despedazando en mil pedazos
los pilares de la humanidad.
Cuando ya nadie se vale,
sin salud enferman los propósitos
y la necesidad nos convierte
en ingenieros de la vida:
un iPhone entre mano,
ahorcados en cables de alta tensión
con la cobertura por las suelos.
Pero todo esta inventado
(hasta la esclavitud),
y aún hay quién se disfraza
de sirviente distinguido.
Somos pura matemática,
tan solo números impresos en el lomo,
arqueos y estadística.
El poder es una publicidad
demasiado engañosa,
un día se le puso precio al dinero
y hoy hasta sale a bolsa
(el ibex de la felicidad),
pero yo solo conozco
los mercados de la fruta,
la carne o el pescado,
donde el bodeguero se enamora de la panadera.
Filosofía barata o no,
cabría pensar por quién partirse el pecho
en tan concisa vida.
Nos quedamos sin motivos,
tiemblan los bolsillos
y los ojos de los mayores:
la experiencia ya no enmienda errores
porque los viejos se suicidan en las plazas
y eso francamente,
me da miedo.
Poema perteneciente a "Abrazos, sombras y blues 2012".
Autor: Francisco García Moreno.
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